En privado, una linda y cachonda chica manga de cincuenta tonos de rosa rubor; atlética y estereotípicamente japonesa, se coloca detrás de una pantalla china empujando instintivamente un objeto fálico gigante con luz de neón que simboliza perfectamente la cultura anime. Esta chica es una amateur de 18 años y esta escena está enfocada en satisfacer sus fantasías más profundas, con un final intenso.