Layla Jenners, una puta de 18 años, siempre llega tarde a casa de su padrastro para terminar poniéndose sucia. Sus cervezas se convierten en pasión y finalmente en lujuria, y ambos pasan por alto todo mientras la pasión los embarra sin aliento. El deseo prohibido de la chica adolescente sudamericana se hizo realidad.