Escenas de hace cincuenta años como esta, con una joven y decidida Whitney Wrights de 18 años buscando disciplina de su papá, solo se podían ver en películas americanas. Su escena BDSM se convierte en una escena de sexo extremo y rudo de dominación y sumisión con sexo rápido y duro y sexo anal que termina en orgasmo mutuo.