Una chica blanca ignorante se encuentra con un hombre negro con una gran polla. Olvidando la sorpresa inicial, Wasca lo agrupa en sus brazos, que parece explorar cada centímetro de él. Una escena apasionada sigue a su deseo se profundiza y se dan la vuelta en varias posiciones mientras el apetito voraz de Patricia por su colosal verga se vuelve más pronunciado.