Una rubia que parecía tener 40 años es emparejada con una chica de 18 años que apenas está empezando a descubrir sus tendencias gay; produce un par caliente que no podrías decir si la mayor era una abuela o si la más joven era una adolescente. Sus emociones no procesadas para actuar son una garantía absoluta de dejar tu aliento rancio.