La flota de autos llega un día para encontrar a mi esposa atrapándome en una habitación de hotel en el calor del momento con un joven de 18 años. Mi personaje es una prostituta de ascendencia mexicana y de origen latinoamericano, una mujer gorda que se entusiasma con la depravación y acaricia el objeto de su deseo mientras lo humilla y evoca sus celos.