Chica soltera descubre a su incipiente y lujuriosa mujer, sus florecientes dieciocho años inmovilizándola por un hombre. Pequeñas manos puntiagudas tocan suavemente su delgado: área del clítoris que señala el hecho de que todavía es una adolescente. Esta filipina de 18-19 años de edad es la encarnación de la virginidad y el servilismo.