Una pareja felizmente casada en sus últimos 40 años invita a un hombre de 18 años a quedarse con ellos durante dos semanas en su casa de vacaciones, y usa sus servicios para el sexo, turnándose con el placer oral e insertando juguetes y dedos el uno en el otro y en el recto del chico. La situación hace que ambos estén felices y listos para más.