La nerd universitaria Nikki Hill con 18 años de edad, sorprende a los espectadores con una mamada sucia antes de ponerse en posición perrito. Su cuerpo no tiene pelo y usar gafas la hace aún más atractiva. Las escenas de sexo en la vida real son tan explícitas como recuerdas, con imágenes cuidadosamente filmadas y de cerca de su encuentro.