Una virgen inexperta de 18 años es introducida a la pornografía hardcore. Con cinta adhesiva alrededor de su boca y atada a la silla, es llevada a alturas increíbles durante una escena relativamente ruda y dura. Resulta que a esta adolescente de LA le gusta mantener las cosas sueltas, y no le importa revelar fantasías dominantes y de sumisión.