Dos cuentos representan los siguientes escenarios: Una joven prostituta entra en línea para asegurar a un cliente y luego lo lleva a un estacionamiento abandonado con la intención de tomar su dinero y correr. Ella lo toma en posición perrito, siendo martillada sin piedad mientras gime se apoya en el capó de uno de los autos para que le follen la cara.