En una habitación de hospital, una joven paciente yace en la mesa de examen, sus piernas se abren de par en par.Una profesional médica, una mujer de autoridad y conocimiento, observa como se prueba la virginidad de las chicas.La vista enciende un deseo en ella, un deseo de reclamar por sí misma a esta chica inocente, entra tomando el examen, sus manos explorando el terreno intocado de abajo.No puede resistir las ganas de probar la fruta prohibida, y con una sonrisa diabólica, hace precisamente eso.Las tomas en primer plano revelan cada detalle, cada gemido, cada escalofrío de placer.La chica, inicialmente asustada, pronto cede al placer, su cuerpo se arquea bajo el toque experto de su médico.La habitación hace eco con sus gemidos, el sonido de sus cuerpos que se unen en un baile tan antiguo como el tiempo mismo.La escena termina con un primer plano del coño recortado de la chica, reluciente de placer, un testimonio de la obra que acababa de tener lugar.