Hambrienta de afecto, mi esposa embarazada decidió recurrir a un completo desconocido para conseguir lo que quería. Llegó a casa con una esposa muy dispuesta, que siempre quiso tanto el placer sexual que solía recibir de él. Su gruesa polla entró en ella, vi cómo su polla se deslizaba dentro del jugoso culo o coño.