Vanessa, una empleada de veinte años que trabaja como dependienta de una tienda, fue atrapada robando por su empleador. Él la chantajeó para que acudiera desnuda a una sesión de fotos o iba a liberar fotos picantes que le tomó, más bien la hizo desnudarse y actuar para su placer visual. La sensación de humillación y el hecho de que alguien pueda dominarla, la dejan destruida.