Las adolescentes amateurs cosplayers dejan salir a sus superhéroes para jugar en un mitin desenfrenado. Con disfraces, las chicas realizan escenas eróticas; meros toques de partes privadas y sexo oral, que se registran en resoluciones claras y nítidas. Para cientos de miles de jóvenes fans, un joven lleno de realidad se convierte en una ficción convertida en realidad.